A la hora de comprar los muebles de casa o redecorar los diferentes espacios, debemos pensar siempre en una cosa: nuestra casa es el sitio dónde vamos a vivir, no un museo y por tanto debemos procurar también tener ambientes funcionales, prácticos y en todo momento dignos de usar y disfrutar. Porque no, el descanso, la decoración y el diseño no están reñidos con los muebles prácticos como por ejemplo los sofás cama.
Muchas veces cuando elegimos los muebles de casa simplemente pensamos en que “queden bonitos”, que combinen con el resto de la decoración. Que queden perfectos junto a un determinado mueble o que no desentone con aspectos tan importantes como las cortinas o el color de las paredes. Sin embargo en ocasiones nos olvidamos de un aspecto importante: que sea un mueble práctico y funcional. Y es que el diseño no debe porque estar reñido con la comodidad y el sentimiento útil que por ende deben tener todos los muebles. Y más aquellos destinados al descanso como una cama, un sillón relax o, cómo no, un sofá cama. En este sentido un sofá cama debe ser imagen tanto de diseño y elegancia, como de comodidad y confort a partes iguales.
Comprar un sofá cama no solo tiene que ser visto como un mueble que por necesidad nos hace falta cara a cubrir frecuentes visitas o por motivos de ampliación de nuestro entorno familiar. Ni mucho menos. Aunque este pueda ser el verdadero motivo de la compra, también debemos siempre pensar en su diseño, en cómo puede ayudarnos a crear un ambiente bonito, con encanto y sorprendente. Los sofás cama actuales han evolucionado sobremanera en los últimos años. Antes eran muebles auxiliares que se diferenciaban y bastante de los grandes sofás que predominan en los salones, sin embargo ahora no tienen nada que envidiarles ya que se trata de sofás con encanto, modernos, actuales y adaptados a los nuevos tiempos. Su diseño es una buena muestra de ello.
¿No dispones de un cuarto de invitados especialmente hacendado para que funcione como tal? No hace falta gastarte grandes cantidades en decorarlo. Con imaginación, gusto y estética puedes conseguirlo. Y como no, con la ayuda de un sofá cama como el elemento indispensable en este tipo de espacios. Por el día o durante aquellas temporadas sin invitados, puedes utilizar el cuarto de invitados como improvisada sala de descanso para ti, para disfrutar de una placentera lectura, desde dónde llevar a cabo tus labores o tus hobbies… y todo ello en un ambiente elegante, bonito y donde el diseño y la comodidad se dan de la mano. ¿No crees?