Hoy en día este mueble o complemento mobiliario ocupa un papel fundamental en multitud de hogares. Prácticamente todos tienen una o varias de ellas sobre la que guardar, mostrar o almacenar todo tipo de enseres pero ¿cuál es el origen de las estanterías? ¿dónde nacieron? ¿cuál es el antecedente de la librería actual?
Como sabes, muchos de nuestros diseños de muebles abatibles y camas están acompañados por librerías o estanterías que ofrecen un plus de almacenamiento y diseño para nuestras habitaciones y las de nuestros hijos pero ¿cuándo nació este tipo de muebles?
El origen de la estantería es casi tan viejo como la historia de la Humanidad. Ya en los primeros asentamientos estables, los hombres primitivos levantaban sus casas incluyendo dentro de ellas pequeños huecos en las paredes a modo de estantes donde guardar y almacenar de todo. Una práctica que contínuo siendo habitual en el antiguo Egipto y en Roma.
Los diferentes descubrimientos han puesto de relevancia la importancia de las estanterías en la decoración tanto de estancias públicas como privadas, bien como un objetivo práctico o bien con un objetivo más bien físico. Las estanterías podían guardar desde los productos de caza, la vajilla de la casa o las urnas funerarias de los familiares desaparecidos.
Poco a poco las estanterías dejaron de ser un hueco en la pared, perfectamente estudiado y previamente pensado, a ser un elemento externo que se sujetaba en ella de muy diferentes maneras. La estantería ya no era como en su origen un espacio interno, escondido en la pared, sino que poco a poco fue sobresaliendo en la decoración de las estancias.
Las alacenas, el origen real de las estanterías actuales
Las librerías tal y como las conocemos hoy en día beben de las famosas alacenas. Muebles con puertas dónde la gente guardaba de todo, sobre todo comida y que fueron haciéndose tremendamente populares en la Edad Media ya no como muebles auxiliares en todo tipo de casas, si no como muebles con gran protagonismo al guardar la comida, muchas veces escasas.
De estas alacenas proceden las librerías que hoy podemos observar por ejemplo en nuestros diseños de habitaciones completas con muebles abatibles, estantes y estanterías. Las clases más pudientes guardaban sus libros en pequeños encases que llevaban consigo en sus viajes y mudanzas a otras partes del reino o en su marcha a otros lugares.
El problema vino cuando el número de volúmenes empezó a ser tan alto con la proliferación de las obras y los manuscritos que esta especie de baúl, resultó innecesaria con lo que los libros una vez llegados a su nueva ubicación necesitaban de un nuevo lugar ya no solo donde guardarse, si no también donde mostrarse.
En una sociedad dónde la educación y el nivel cultural decía mucho de las personas, mostrar los libros que se tenían era signo de admiración. La gente necesitaba mostrar que era gente culta entonces basándose en las famosas alacenas decidieron despojar estas de las puertas y dar origen a las actuales librerías. Que, como en la actualidad, podían ocupar paredes enteras.
Tras el invento de la imprenta, los libros empezaron poco a poco a llegar a todo tipo de clases y empezaron a multiplicarse. Hasta las clases más humildes podían tener ya librerías aunque de menor tamaño y calidad. Con el paso de los años, este mueble evolucionó a un sinfín de formas, colores y tamaños hasta convertirse hoy en día en un mueble, cómo no, esencial en la decoración del hogar.