Es la hora de comprar el sofá cama que tanto necesitas y multiplicar el espacio de tu casa. Poder tener un sofá y una cama en el mismo espacio, ahorrándote muchos problemas, evitándote tener que renunciar a un sofá y tener una cama por el medio; o simplemente no poder tenerla y de esta forma no poder recibir esas visitas que tan feliz te hacen. Sin embargo, antes de decidir, hay que tener muy presente que un sofá cama es ante todo un artículo de decoración. Así que no solo hablamos de diseños y funcionalidad, también hablamos de estética. En este punto la tapicería es fundamental ya que al fin y a la postre es lo que vamos a ver, por así decirlo es como la ropa en una persona. ¿Qué color elegir? ¿Qué tipo de tapicería? y ¿Cómo no, afecta todo esto al precio final de nuestra compra?
¡Toma nota! Te lo explicamos todo fácil, si sigues estos prácticos consejos tendrás todas las claves para conocer y saber elegir sin sorpresas la tapicería ideal para tu nuevo sofá cama. Porque si has pensado comprar un sofá cama, la tapicería es muy importante.
¿Qué necesito saber para elegir una tapicería?
1 Composición de la tela. Saber de qué está hecha nuestra tela es definitivo. Hoy se imponen por goleada las fibras sintéticas, pero también continúan tejidos naturales como el lino, o el algodón. En el término medio, a veces también este terreno, suele estar la virtud. Una tela mezcla de fibras naturales y sintéticas nos dará los beneficios de los componentes.
2 “Cantidad de Tela por m² Al principio esto puede parecer raro, pero si os decimos que esto es lo que le da a una tela el “cuerpo”, seguramente lo entenderemos mejor. Es decir la cantidad de material que hay en un metro de tapicería. Una tela con poco cuerpo será más económica pero también menos resistente al desgaste.
3 “Pilling” Este anglicismo oculta la temida “pelotilla” que se forma en algunos tejidos por el roce. Un tejido con un alto grado de resistencia al pillinng es una tranquilidad
4 “Tejidos lavables”. Ojo, mucho cuidado. El castellano es un idioma muy rico en matices. No es lo mismo lavable en seco, que en lavadora o a mano. Si tenemos dudas siempre utilizad el sentido común. A priori las telas sintéticas siempre serán las más aptas para poderse lavar en una lavadora.
5 “Telas anitmanchas”. De un tiempo a esta parte el mercado se ha llenado de tejidos “antimanchas” en resumen son tejidos a los que se ha aplicado una sustancia imperabilizante que suele ser teflón o derivado de este. Se pueden agrupar en dos grandes grupos. Las que tienen la sustancia añadida “sobre” el tejido y que con el uso ira perdiendo las características “antimanchas” y las que lo llevan en cada hebra del tejido, que son las de mejor calidad y que mantendrán sus características a lo largo del tiempo. Por ello no hay que sorprenderse cuando hay una curiosa diferencia de precio entre tejidos “antimanchas”.
6 Telas lisas o estampadas. Las telas lisas, como dice su propio nombre no llevan ningún dibujo o motivo. También se consideran lisos las telas que a pesar de no ser de un único tono o de llevar algún motivo decorativo en ella, no necesitan “case”. El case es cuando hay que hacer coincidir de alguna forma los dibujos de una tela al tapizar. Por lo tanto las telas estampadas también las habrá con case y sin él. Tapicerías que tienen que colocarse respetando estos patrones repetitivos llevan un desperdicio de material, ya que no todo el metraje se puede aprovechar igual que cuando hablamos de tejidos lisos o de aspecto liso, por ello también se más costosas.
El truco para una buena decoración es la combinación armoniosa de todos los objetos, y materiales que la conforman. Por eso a la hora de elegir la tapicería perfecta para tu sofá cama es importante que conozcas y tengas en cuenta todos estos parámetros. Para así poder escoger con conocimiento de causa y acertar sí o sí.
Recuerda, es muy importante que analices tus necesidades y tus posibilidades a la hora de elegir la tela para tu sofá cama. “No siempre lo más caro es lo mejor, aunque todo lo bueno tiene un precio” porque a veces lo más caro es lo más delicado. Por ejemplo: Un sofá cama tapizado en seda, puede ser precioso y carísimo, pero desde luego no es lo más apropiado para el cuarto de juegos de tus hijos.
Ahora tienes todas las claves para acertar, solo depende de ti.
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