1) COMODIDAD para usarlo a diario como sofá: es importante que la cama sea independiente del asiento. Un sofá cama puede ser muy cómodo si su diseño esta bien hecho y los materiales que se usan para hacerlo son de calidad. Un sofá cama no es más cómodo o incomodo por el hecho de ser sofá cama, sino por el hecho de que sea sea bueno o no.
2) QUE SE DUERMA IGUAL QUE EN UNA CAMA TRADICIONAL: Un buen sofá cama es tan cómodo o más que una cama tradicional. Los sofás cama buenos, tienen mecanismos robustos que se abren con facilidad sin quitar los almohadones. Al abrirse el somier queda completamente plano, lo que unido a un buen colchón de látex o viscoelástico aseguran una firmeza y un confort extraordinario.
3) QUE SE GUARDE LA CAMA HECHA: Importante que el sofá cama tenga un buen somier, con holgura suficiente para, además de incorporar un buen colchón, dejar la cama hecha con las dos sábanas y una manta.
4) Que sea ESTÉTICO: Un buen sofá cama , cuando está cerrado, no se nota que es cama. Su aspecto exterior es el de un sofá normal, concebidos por diseñadores de prestigio algunos sofás cama tienen premios de diseño. Hay sofás cama de todos los estilos que se pueden acoplar a cualquier decoración desde la más clásica a la más vanguardista sin que se note que es un sofá cama.
5) Que sea ROBUSTO Y DURADERO. Importante que el sofá cama tenga un buen esqueleto de cuadradillo de hierro reforzado sobre el que se articule el mecanismo y los elementos estructurales y estéticos del mismo.
Los tubos del mecanismo tienen que tener sección y grosor suficiente para que no se doblen , aún en el caso de que no se usen con cuidado. Las bielas si son macizas y/o nervadas, resistirán mejor la tensión y la presión al abrir y cerrar el sofá cama. Importantísima la calidad de los remaches que soportan la fricción de las articulaciones; unos remaches de calidad aseguran la longevidad de un buen sofá cama.