No, la almohada que utilizamos cuando dormimos no es para siempre. También debemos cambiarla cada cierto tiempo. Si lo hacemos con nuestro colchón, ¿cómo no lo vamos a hacer con nuestra almohada? pero ¿cuándo llevarlo a cabo y qué almohada elegir? Te damos algunos consejos para un descanso PER-FEC-TO.
Una buena almohada es imprescindible para un buen descanso al caer la noche. Igual que por el día necesitamos un sofá cama confortable desde donde ver nuestro programa de televisión favorito o mesas cómodas en el salón para comer o cenar. Nuestros músculos y por ende nuestro descanso integral nos lo agradecerán.
En ocasiones el desgaste de nuestra almohada es tremendamente sutil y no nos damos cuenta a simple vista. Claro, está siempre protegida en su funda y no nos damos cuenta de que necesitamos comprar una nueva. Hazte una pregunta, cuando te levantas por la mañana, ¿sientes que no has descansado, te duelen las cervicales o el cuello? Quizás son alarmas suficientes que te están avisando que necesitas cambiar de almohada.
Claves para cambiar almohada
Algunos expertos ponen fecha de caducidad a las almohadas. Si hablamos de 10 años máximo la etapa entre colchón y colchón, en almohadas esta cantidad se queda en 2 años. Las almohadas son más económicas que los colchones obviamente por lo que cambiar la almohada cada dos años no debe porque suponerte un gasto importante. Pero la pregunta sigue siendo, ¿cómo saberlo? La respuesta es fácil: cámbiala cuando deje de ser cómoda o su estado físico no sea el adecuado.
Ten en cuenta algunos de estos puntos esenciales:
Cuando esté rota
cuando la veas deforme
Cuando este sucia y amarilla, propia del sudor nocturno
Cuando nos notemos con dolor de cuello
Si en su día fue una almohada muy económica o prestada
Cuando notas que te provoca alergias o irritaciones.
No tienen porque darse todos estos supuestos para cambiar de almohada, pero sí uno o algunos. ¡Toma nota!
¿Qué almohada elegir?
Una vez hemos desechado ya la almohada, ¡por fin! Toca el turno de comprar una nueva almohada según tus necesidades, ¿qué almohada elegir? ¡Hay tantas! En la actualidad hay 3 clases de almohada recomendadas y que lideran las ventas en el mercado: almohadas de látex, almohadas de fibra y almohadas de viscoelástica.
Almohadas de látex. Como material, el látex es sinónimo de flexibilidad y alta resistencia, por ello es una de las más vendidas. Además mantienen su forma por más tiempo y apenas sufren deformación por su continuo uso. Además mantienen buen nivel de frescor y no permiten que se acumulen ácaros del polvo, por lo que es un material hipo alergénico e higiénico.
Almohadas de fibra. Otra de las opciones a la hora de elegir una almohada, es comprar almohadas de fibra. Éste es uno de los mejores materiales debido a su gran resistencia al uso, gran adaptabilidad al cuerpo y, cómo no, excelente suavidad al contacto, mejorando por tanto la calidad del descanso hasta para los más exigentes.
Almohadas de viscoelástica. Es sin duda una de las almohadas estrella y más vendida en la actualidad. Un tipo de material que permite adaptar la firmeza del relleno al peso del cuerpo de forma progresiva y sin hundir la almohada. Al principio puede resultar algo rígidas pero es solo cosa de unos minutos que se adapten con facilidad gracias a su uso diario ya que absorben el calor corporal.
Y tú, ¿con qué almohada te quedas? Además ahora otro consejo: 10 ideas para ganar espacio en el mobiliario de casa. ¡De nada! ☺