Es una de las principales dudas de muchas personas a la hora de comprar un sofá: ¿comprar un sofá de tela o comprar un sofá de piel? En nuestro catálogo encontrarás sofás ideales tanto de piel como de tela que, seguro, se adaptan a tus necesidades pero ¿qué ventajas tienen cada uno de ellos? Te ayudamos a decidirte.
Date cuenta de una cosa: el diseño y la calidad de los sofás ha evolucionado soberanamente durante los últimos años. Ni los sofás de tela son sofás más sensibles y más proclives a estropearse, ni los sofás de piel son menos confortables. Desterramos los tópicos y te contamos cuáles son las ventajas de cada uno de estos sofás para ayudar a decidirte.
Ventajas de comprar sofás de piel
Por ejemplo, los sofás de piel son para muchas personas sofás más modernos y decorativamente más versátiles capaces de combinar con infinidad de estilos. También son muy limpios ya que por regla general sus manchas se eliminan con un trapo húmedo. Además son tresillos aptos para personas con problemas de asma o alergias porque, al contrario que los sofás de tela, acumulan muchos menos ácaros.
Sí que es cierto que los sofás de piel de colores oscuros se mantienen impecables durante mucho más tiempo ya que en los claros se puede notar más el paso de los años. Los sofás de piel son más caros que los sofás de tela pero también es cierto que son de más calidad. Y la piel necesita más cuidados que la tela para mantenerse en perfecto estado por ello es necesario aplicar cada equis tiempo cremas específicas para conservar y nutrir la piel evitando así que se agriete.
Ventajas de comprar sofás de tela
Los sofás de tela se adaptan mejor a los cambios de temperatura, también las corporales propias ya que los sofás de piel son más fríos en invierno y dan calor en verano. Aunque pueden no tener un aspecto tan sofisticado como los de piel, en la actualidad tienes a tu disposición auténticos sofás de tela con diseños increíbles, modernos, actuales y vanguardistas.
Son sofás de tela más económicos que los de piel. Como hemos comentado anteriormente son más acogedores en invierno, dando sensación de calidez y en verano, en función de los tejidos, nos sentiremos más frescos. Además la propia tela en sí nos ofrece muchas más opciones de colores, estampados y tipos de tejidos. Y aunque las manchas son algo más difíciles de quitar, se puede conseguir y su mantenimiento tampoco deja de ser sencillo
Es recomendable limpiar las fundas del sofá en la lavadora o lavar la tapicería con productos específicos. Y lo que es más importante se adaptan a nuestro cuerpo de una manera mucho práctica y natural. ¡Cómo para no comprarlo!
Y tú, ¿qué tipo de sofá quieres? ¡consúltanos! Y de paso puedes leer este otro artículo sobre tendencias en sofás: el resurgir del sofá clásico de toda la vida. ¡Sorpréndete!