Dormir es mucho mas que acostarse en una cama. Este acto viene acompañado de elementos y pasos que son importantes para el mejor descanso y la salud del sueño. Y entre esos elementos que juegan un papel fundamental en el bienestar de las personas, es la almohada; y saberla escoger y conservarla es fundamental. Para ello debes tener presente en tu día a día este decálogo para la buena conservación de la almohada en tu sofá cama o mueble abatible para así garantizar su durabilidad.
1. Protege tu almohada con una funda, adicional a la funda que trae el juego de sabanas. Las de algodón son las mejores, pues no tienen complicación a la hora de lavarlas y en su mayoría son hipoalergénicas.
2. Cada mañana al levantarse y hacer la cama, sacudir la almohada y volver a darle forma. Al volverla a su estado inicial, su relleno no irá tomando una forma poco confortable con el tiempo.
3. Lavar la almohada entre periodos largos y preferiblemente a mano. En el caso de utilizar lavadora automática, coloque un par de piezas de ropa junto a ella para que ayuda a no perder su forma y utilizar un jabón y suavizante neutro, sin olor.
4. El secado de la almohada es un aspecto muy importante, se haya lavado o no. Lo recomendable es hacerlo con secadora a baja temperatura y luego dejarla al are libre para terminar su secado.
5. Si viajas, es entendible que quieras levar tu almohada, para ello existen bolsas correspondientes para su empaque y viaje segura de gérmenes o que la humedad haga estragos. Protegerla es la clave.
6. Tu almohada debe cumplir con las características de comodidad que tu exijas y que tu sueño agradezca. Dependerá del relleno que elijas. De plumas o de fibras, solo tu sabrás cuan cómodo te sentirás.
7. Las almohadas no se comparten. Es un elemento tan personalísimo como pudiera serlo un calcetín o la ropa interior. Estas pueden transportar gérmenes y enfermedades sin darse cuenta.
8. Es preferible escoger una buena almohada y de buena calidad que varias de mala calidad y resten confort a tu sueño y al bienestar que produce dormir.
9. No rociar perfumes en las almohadas, además de generar cuadros alérgicos, puede mezclarse con los olores propios de los cuerpos y del ambiente, produciendo en muchos casos, olores muy desagradables difíciles de quitar.
10. Las almohadas se hicieron para el descanso. Aunque divertido puede resultar, las guerras de almohadas solo traerá que estas pierdan su forma.
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