Si tienes pensando comprar un sofá cama ten en mente siempre un concepto: calidad. Y no solo mires el precio. Sí, éste es también un tema importante pero date cuenta que comprar un sofá cama no debe porque ser algo muy caro aunque elegir ofertas o malos productos puede conllevar problemas de salud, ¿a qué nos referimos? (LEER MÁS)
Comprar un sofá cama de mala calidad es como comprar un mal colchón o unas malas sillas para tu comedor. Tú o tus invitados os sentiréis incómodos enseguida e incluso podríais acabar con problemas de salud. No se trata de ser catastrofistas ni mucho menos pero sí, dormir en un sofá cama malo puede significar un auténtico suplicio.
Está claro que las cosas han cambiado y los sofás cama han evolucionado. Al pensar que es un mueble secundario para el hogar, mucha gente se decanta por sonoras rebajas y promociones en las grandes tiendas y es aquí cuando llegan los problemas. Con solo una noche durmiendo sobre un sofá cama de mala calidad, la salud lo nota. ¿Por qué?
Inconvenientes al dormir en un sofá cama malo
El primer peligro es, cómo no, el insomnio. La diferencia entre un buen sofá cama de Sofás Cama Cruces y un sofá cama malo que puedas encontrar en el mercado es pasar la noche en vela, tal cual. Incomodidad al moverte, la base, el tamaño… un mal sofá cama puede convertirse en una auténtica pesadilla.
¿Verdad que no quieres convertir la estancia de tus invitados en casa en un pequeño trauma? Compra para ellos un sofá cama de buena calidad y no te dejes llevar por llamativas ofertas. Pero los peligros y problemas para la salud continúan si te decantas por chollos antes que por una correcta, ¡qué mínimo!, calidad.
Dormir en un mal sofá cama puede conllevar problemas de articulaciones, dolor corporal al levantarse, sensación de pesadez como de no haber dormido bien, dolor en la columna, dolor en cervicales, dolor en los riñones… un conjunto de consecuencias que pueden llevarte a pasar un mal día. Pues imagina dormir en un sofá cama malo durante días, ¡pobres invitados!
Otra cosa importante es la propia calidad del sofá cama. Éste puede resultar enclenque, de poca consistencia, que haga mucho ruido o que incluso tengamos miedo a dormir en él por si tenemos un accidente mientras dormimos. Un buen sofá cama debe ser consistente, resistente, seguro y que no tenga absolutamente nada que envidiar a una cama.
Lo bueno de todo esto es que la diferencia entre dejarse llevar por los chollos y los sofás cama baratos de los grandes almacenes y tiendas conocidas y un buen sofá cama de calidad como los que te presentamos es poco. Y la calidad de tu sueño o del tus invitados puede ser muchísimo mayor. ¡No lo dudes! Ni tampoco dudes en elegir uno de estos 10 sofás ideales que comprar este invierno.
