Un buen sofá cama es un mueble que nos acompañará en nuestra vida durante años y años. Pasará desde nuestro primer piso de alquiler de soltero, a nuestra primera casa y luego de muchos años de servicio, se ganará un retiro en el apartamento de vacaciones, y hasta puede que continúe cerca de nosotros, iniciando una nueva etapa, ayudando en la emancipación de nuestros hijos como primer ajuar; porque un buen sofá cama es eterno, como las buenas máquinas, están hechos para durar.
Evidentemente esta vida tan larga requerirá de algún mantenimiento, y como en esos buenos coches el sofá cama también deberá de realizar un mantenimiento para lucir en perfecto estado a pesar del transcurrir de los años.
Uno de los achaques más comunes de cualquier sofá, es la sensación de que el asiento se va hundiendo con el paso del tiempo. Es algo completamente natural (no muy habitual porque los sofás cama son muy robustos) pero afortunadamente con fácil solución. Para comprender bien qué ocurre, lo mejor es saber cómo es el asiento de un sofá cama.
Sofás cama hay muchos, y se pueden dividir en dos grandes grupos, en función de cómo es su asiento.
Son los más sencillos, y los que antes se degradan, pues el cochón que hace las veces de asiento no recibe la presión de forma uniforme, si no que lo hacen de forma localizada lo que hará que esté más hundido en unas zonas que en otras.
Por muy densos que sean los colchones no podrán resistir todo nuestro por mucho tiempo. Piensa en el cochón de tu cama, lo usas tumbado y con el tiempo se formaran hondas en su superficie, imagina entonces lo que sufre el colchón de un sofá cama, por lo tanto este tipo de sofás se recomienda para un uso masivo como cama, menor medida como asiento, ideal para cuartos secundarios o casas de vacaciones.
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Este grupo es el que engloba al resto de sofás cama; en estos el colchón se encuentra alojado en un mecanismo, oculto, debajo de los almohadones de asiento del sofá. En estos sofás cama el colchón no recibe directamente el peso de las personas al sentarse, ya que primero están los propios almohadones de asiento, y luego están unas cinchas de nea elástica que lo absorberán y harán que la sentada no se diferencie en nada a la sentada en un sofá convencional.
Entre estos sofás se encuentran los mejores sofás camas y los de mejor calidad que son los indicados tanto para sentarse como para sentarse a diario; también podrás dejar la cama hecha y no tendrás las limitaciones estéticas, de tener un sofá donde el asiento es un colchón y no desmerecerá ninguna estancia donde los quieras ubicar
Después de diferenciarlos, vamos a ver cómo se puede solucionar, si eventualmente el asiento del sofá cama se nos hunde:
En el primer tipo la solución es sencilla: Tenemos que cambiar el colchón. Siempre es recomendable poner un colchón de una espumación de alta densidad (HR) con el que el sofá volverá a estar como nuevo.
En el segundo grupo la solución también es fácil. La goma de relleno los almohadones de asiento habrá cedido con los años y convendrá cambiarla, pero tampoco podemos olvidarnos de las cinchas de nea, que posiblemente también hayan perdido sus características elásticas con el paso tiempo. Si reponemos la goma y las cinchas elásticas, tendremos listo sofá cama para otro montón de años. Para realizar estos cambios, lo más sencillo es dirigirte a donde lo compraste y allí estarán encantados de ayudarte.
En resumen, no te preocupes demasiado si a tu fiel sofá cama hay que hacerle un pequeño mantenimiento después de algunos años, son muebles hechos y pensados para durar. Con estas pequeñas atenciones volverás a tener tu sofá cama listo para muchos años más.
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